Castillos de Galicia, Definieron la Frontera con Portugal
Majestuosos, envueltos en niebla y cargados de historia, los castillos de Galicia emergen entre montañas, acantilados y frondosos bosques como guardianes del pasado. Fortalezas que protegieron la frontera con Portugal o las invasiones por mar, cada piedra esconde múltiples secretos. ¿Te vienes a descubrirlos? Te cuento cómo viajar en el tiempo.

Orígenes de los castillos en Galicia
La construcción de los castillos gallegos comienza por la necesidad de proteger el territorio frente a invasiones extranjeras y conflictos internos ocurridos durante la Edad Media.
Situada en el noroeste de la península ibérica, a poco que conozcas Galicia sabrás que tiene una costa extensa y accidentada. Esto, junto a las fronteras terrestres hacía que tuviera muchos kilómetros para vigilar y defender.
Como en otras regiones de España las primeras fortificaciones gallegas se construyeron en puntos elevados, como colinas, permitiendo el control de rutas comerciales y la defensa contra posibles ataques.
Como seguro imaginas, estas estructuras iniciales eran sencillas, simples torres adaptadas solo para la vigilancia y preparadas para la presencia de unos pocos soldados. Su construcción era sencilla, sin ánimo de resistir ataques, aquellos pobladores las construyeron de tierra y madera.
Con el paso de los siglos se convirtieron en estructuras más robustas que servían como refugio para la población local y como residencias para la nobleza.
¿Te apetece seguir conociendo los castillos medievales en Galicia? Sigue leyendo que te lo cuento.
Historia y evolución de los castillos gallegos
Las construcciones básicas del principio fueron mejorando en diseño y resistencia a lo largo de los siglos según las necesidades de su tiempo.
Durante los siglos XII y XIII, el uso de la piedra como material principal permitió la construcción de estructuras más resistentes y capaces de aguantar el asedio de los enemigos.
Estos castillos de piedra tenían una arquitectura más compleja y comienzan a verse torres del homenaje, murallas reforzadas y fosos. Todo ello para adaptarse a las necesidades defensivas de la época.
Con el tiempo los conflictos bélicos acabaron y muchas de estas fortalezas fueron transformadas en residencias, incorporando elementos arquitectónicos más decorativos y de comodidad.
Pero no todo fue tranquilidad para nuestros castillos. En el siglo XV, los Reyes Católicos ordenaron el desmantelamiento de bastantes fortalezas gallegas para someter a la nobleza local, lo que llevó a la destrucción parcial o total de bastantes castillos gallegos.
En aquellos tiempos, el número de torres y su altura eran símbolos de poderío, así que los reyes debían demostrar quién mandaba.
¿Cuál vas a visitar?
Arquitectura de los castillos y fortalezas de Galicia
Los castillos gallegos muestran una variedad de estilos arquitectónicos influenciados por las corrientes europeas y las particularidades locales.
Al inicio predominaban los castillos de estilo románico. Si recuerdas algo de tus clases del colegio sabrás que este estilo era conocido por su solidez y austeridad, con muros gruesos y ventanas pequeñas.
Con el paso del tiempo se incorporaron elementos góticos, como arcos apuntados y ventanales más amplios que daban mayor luz a las estancias. Esa era la época en las que el castillo ya no era solo un bastión defensivo sino un lugar donde vivir.
El castillo de los Condes de Lemos, en Castro Caldelas, es un buen ejemplo de esta evolución, combinando elementos románicos y góticos en su diseño.
Otro ejemplo que quisiéramos mostrarte es el castillo de Pambre, en Palas de Rei, que destaca por su excelente conservación y te muestra la transición entre la fortaleza militar y la residencia señorial.
Y no nos olvidemos del castelo de Soutomaior, que comenzó como una construcción defensiva y evolucionó según las necesidades del momento, pero que, en su reforma del siglo XIX, se transformó en una residencia con añadidos neogóticos.
Castillos de Galicia para visitar por dentro
Explorar el interior de los castillos gallegos te ofrece una inmersión en la historia y la arquitectura de la región.
Al recorrer estas fortalezas, es muy común que te encuentres una torre del homenaje, núcleo central y punto más elevado que era el último refugio de defensa. Las murallas, que ofrecían protección a todo el conjunto y, una vez dentro, el patio de armas, espacio abierto con múltiples funciones y otras zonas que servían en su tiempo de almacenaje, cuadras….
Te contamos algunos ejemplos concretos que no debes dejar de visitar. En el castillo de San Felipe, en Ferrol, podrás visitar sus túneles y baterías defensivas, ofreciendo una visión detallada de la ingeniería militar de la época. Este no es un castillo normal, sino una fortificación para proteger las invasiones por la ría.
Por su parte, el castillo de Monterrei, en Orense, alberga un parador donde los visitantes pueden experimentar la vida en una fortaleza medieval adaptada al turismo moderno. Aquí te sentirás como un noble de antaño con las comodidades de ahora.
Si quieres ver una torre del homenaje que te dejará con la boca abierta, no te pierdas el castillo de Monforte de Lemos.
Planifica tu próximo viaje
Batallas y hechos históricos
Los castillos gallegos han sido escenario de muchos eventos que marcaron la historia de la región y de toda España.
Durante la Edad Media estas fortalezas fueron clave en las disputas entre nobles y en las luchas contra invasores normandos y sarracenos. Ten en cuenta que era un centro económico y religioso gracias a las peregrinaciones a Santiago.
Por ejemplo, el castillo de Monterreal, en Baiona, jugó un papel crucial en la defensa costera contra incursiones piratas. Y un detalle histórico que quizás ya conozcas, fue testigo del regreso de la carabela La Pinta, anunciando el descubrimiento de América. Sí, salieron de Palos de la Frontera en Huelva y volvieron a Galicia.
Otra fortificación gallega que no te puedes perder es la de San Felipe en Ferrol que, junto con sus hermanas del otro lado de la ría, repelieron unas veces a los franceses, otras a los ingleses que querían invadir el puerto ferrolano.
En el siglo XIX, durante la Guerra de Independencia, el castillo de San Antón, en La Coruña, sirvió como prisión y punto estratégico en la resistencia contra las tropas napoleónicas.
Pero esto es solo una pequeña muestra, te dejo a ti descubrirlo todo
Usos actuales, actividades, eventos…
Pero por suerte, todo este pasado tan violento ya quedó atrás y ahora disfrutamos de estas construcciones para otros usos más lúdicos.
Los años no pasan en balde y la ruina se cebó con muchos castillos gallegos. Para nuestra suerte, algunos han sido restaurados y adaptados para diversos usos culturales y turísticos.
Algunas fortalezas albergan museos que exhiben artefactos históricos y ofrecen información sobre la historia local. Por ejemplo, el castillo de San Antón en La Coruña funciona como museo Arqueológico e Histórico, permitiéndote conocer el pasado de la región.
Otros castillos se utilizan como escenarios para eventos culturales, como conciertos y ferias medievales. El de Vimianzo, es conocido por sus demostraciones de artesanía tradicional y eventos que recrean la vida medieval.
Un ejemplo más, el castillo de Soutomaior que, a inicios del siglo XX, se convirtió en lugar de reunión de intelectuales de la época y, lo que es más curioso, en un sanatorio. En la actualidad, el edificio adyacente al castillo, donde estaba el sanatorio, es un hotel que organiza bodas y eventos.
Como ves, los castillos gallegos no solo son testimonios de la rica historia de la región, sino también motores de actividad turística y cultural. Además, la afluencia de turistas ayuda a sostener la economía local. Gracias a Dios se les ha encontrado esta otra función que permite su sostenimiento, porque como te podrás imaginar, mantener estos edificios en buen estado resulta muy caro.
La Ruta de los Castillos Gallegos es una de las experiencias más recomendadas para quienes desean sumergirse en la historia medieval de la región mientras disfrutan de los paisajes únicos que rodean estas fortalezas.
Escoge bien las fechas de tu viaje para no perderte festivales y ferias medievales, como las que se celebran en Vimianzo o Monterrei, donde la historia cobra vida a través de teatralizaciones, gastronomía tradicional y espectáculos al aire libre.
Descubre los castillos gallegos
Castillos en Galicia para visitar
Esperamos verte por todos ellos, pero para ir abriendo boca, piensa en conocer estos:
La Coruña

Castillo de San Felipe (Ferrol): comenzamos por este castillo poco convencional situado en la ría de Ferrol. Es una de las fortificaciones costeras más impresionantes de Galicia. Junto con los castillos de La Palma y San Martín, al otro lado de la ría, formaba un sistema defensivo infranqueable.

Castillo de Vimianzo: o si lo prefieres las «Torres de Martelo«. Es una de las fortalezas medievales mejor conservadas de Galicia. Su origen se remonta al siglo XIII, y te impresionará por sus muros y su torre del homenaje.

Castillo de Moeche: este castillo del siglo XIV fue testigo de una de las rebeliones más importantes de Galicia. Aunque es una pena que esté parcialmente en ruinas, su historia y el festival medieval que se celebra cada año lo convierten en un lugar que no os podéis perder.
Lugo

Castillo de Pambre (Palas de Rei): uno de los mejores ejemplos de la arquitectura militar medieval en Galicia que ha sobrevivido casi intacto desde el siglo XIV. Si haces el Camino de Santiago, dedica un tiempo a visitarlo.

Castillo de Doiras (Cervantes): un claro ejemplo de la arquitectura feudal gallega. Rodeado del paisaje de los Ancares, su torre del homenaje y sus muros bien conservados dejan correr la imaginación sobre su esplendor en la Edad Media.

Castillo de Monforte de Lemos: residencia de los poderosos Condes de Lemos. Su torre del homenaje, de 30 metros, es su elemento más icónico. Actualmente, parte del conjunto alberga el Parador de Monforte, un poco de historia a cuerpo de rey.
Orense

Castillo de Monterrei (Verín): considerado uno de los conjuntos fortificados más impresionantes de Galicia, este castillo domina el valle del Támega. Su mezcla de estilos arquitectónicos refleja las reformas que ha sufrido a lo largo de los siglos. Como otros castillos en la actualidad es un parador nacional.

Castillo de Ribadavia: aunque en ruinas, conserva impresionantes murallas y ofrece vistas espectaculares sobre el pueblo y los viñedos de la zona. Es famoso por su relación con la comunidad judía medieval de Rivadavia.

Castillo de Maceda: con una historia que se remonta al siglo XI, esta fortaleza ha sido restaurada y ahora te permite disfrutarla como un hotel con encanto.
Pontevedra

Castillo de Soutomaior: una de mis fortalezas favoritas y de las más emblemáticas de Galicia. Rodeado de jardines, este castillo combina su pasado medieval con una estética romántica del siglo XIX.

Castro de Sobroso (Vilasobroso): más que un castillo. Ubicado en un alto con vistas panorámicas sobre el valle del Tea, ofrece una interesante combinación de ruinas y reconstrucciones que permiten comprender su importancia defensiva.

Castillo de Cira (Silleda): este castillo en ruinas es uno de los menos conocidos, pero su ubicación y su historia lo convierten en un lugar especial. Se cree que formó parte de un sistema defensivo medieval, y hoy en día es un lugar perfecto para senderistas y amantes de la historia.
Estos son solo una muestra de los castillos más impresionantes de Galicia. ¿A qué esperas para descubrirlos todos?
Preguntas frecuentes
¿Cuántos castillos hay en Galicia?
Aunque es diferentes estados de conservación, podemos decir que en Galicia hay algo más de 50 castillos todavía reconocibles.
¿Cuál es el castillo más bonito de Galicia?
Depende de gustos, pero dada su mezcla de estilos arquitectónicos, no tenemos duda de que el castelo de Sotomayor merece este galardón.

Apasionado de los castillos desde la infancia, en esta web te presenta todo lo que necesitas para conocer y visitar estas joyas arquitectónicas de España.
